lunes, 29 de octubre de 2012

"Todo esta bien"; mentira que me dije y que no me creo.



Hagamos de cuenta que no nos acordamos que existen problemas con la seguridad en el país, (que para ser franco los mexicanos no nos distinguimos por nuestra buena memoria). Hablemos claro, las 80,000 personas muertas no parecerán nada comparadas con las millones vivas de las que les voy a contar.
            En un sexenio priista fue que se creo “Solidaridad”, fue un proyecto que tenía sus bases en el sexenio previo al de Salinas, sin embargo fue Colosio que como secretario de Desarrollo Social le dio pies y cabeza, todo un logro del que Salinas no se canso de enorgullecer. Entre la población se escuchaban desdenes al proyecto poniéndole como sobrenombre “Sólo dar y dar”.
            Años después con la crisis económica en que se sumergió el país, el gobierno de Zedillo tuvo que recortar el presupuesto del programa dividiendo a los beneficiarios, ahora la prioridad sería la pobreza extrema[1], haciéndonos saber que hasta en los pobres hay niveles.
            La transición a un gobierno panista no pudo deslindarse del compromiso netamente político del programa, así que continuaron con él, sólo cambiándole el nombre; Es evidente que los triunfos en las urnas lo dan las clases bajas quienes no tienen mucho y agradecen lo que se les brinda por pequeña que sea la ayuda, y qué otro pago les puede pedir un partido que no sean votos.
            La aplicación del programa que otorga ayuda económica a la población no ha logrado reducir la cantidad de personas en situaciones desfavorables, como todas las actividades humanas no es únicamente una variable lo que las afecta, el programa que actualmente cuenta con presupuestos multimillonarios y condona cantidades simbólicas de dinero al finalizar el sexenio de Calderón no deja ver que sean aprovechados y el presidente de la república debe que responder ¿por qué durante su gestión el número de personas en situación de pobreza a aumentado? Como un habitante más quiero decirle a Calderón: En el México de hoy ¿hay motivos para estar orgullosos?
Sobre lo anterior Verónica Villarespe[2] comenta:
“Ante el incremento de personas con carencias en México, los programas de combate a la pobreza aplicados en los últimos  tres lustros, centrados en transferencias monetarias, han fracasado en su objetivo, porque no influyen en la transformación  de la estructura que genera la precariedad”[3]
Según cifras del Consejo Nacional de Evaluación  de la Política de Desarrollo Social, (CONEVAL), de una medición hecha en 2010 el número de personas en situaciones desfavorables suman 11.7 millones en pobreza extrema y 40.3 en pobreza moderada, que comparado con el estudio del año 2008 en que el número era de 48.8 millones, por lo tanto que en 2 años 3.2 millones de personas se sumaron a la desdicha.
La solución a corto plazo sería otorgar dinero. En 2012 las familias obtienen como máximo mensual $1,710 pesos si tienen becarios en primaria y secundaria, y $2,765 en media superior, cantidad que según Cristóbal López tiene que solventar alimentación, vivienda, transporte, educación y salud[4].
En 2006 se distribuían 28 mil millones de pesos, actualmente señala Verónica Villarespe suman 59 mil millones. Así que démosle un aplauso a Calderón, no sólo hay más pobres sino que se gasta más dinero en el programa que pretende disminuirlos.
Pero que no decaiga el ánimo, en el siguiente periodo se contará con un presidente con voluntad para no repetir los errores del pasado, moderado, inteligente y educado, al lado de una mujer que inspira respeto bueno, allá en Estados Unidos, aquí si la tenemos un poco más difícil.
Los tiempos que estamos por vivir en el país, se auguran complicados, quizá uno que otro este pensando en abandonar el barco, en España escuche suman 50 mil personas que han salido del país por la crisis, aquí llamemos a la unidad, no por partido, sino por ver un México más equitativo, sin tanta miseria.
Sigamos adelante aunque esto parezca una terrible broma, o un mal sueño y cada vez se clasifique más y más a lo que Fernando Rivera Calderón podría llamar República de la ficción.

Ulises Brioso Castillo



[1] Para efecto de éste texto se entenderá por “pobreza extrema” a quienes no pueden adquirir ni una canasta básica, y “pobreza moderada” a quienes no pueden adquirir en su totalidad la canasta de bienes y servicios básicos.
[2] Verónica Villarespe Reyes, directora del Instituto de Investigaciones Económicas.
[3] López, Cristóbal. “Fracaso de los programas de combate a la pobreza” Gaceta UNAM, Octubre 2012, pág. 10
[4] López, Cristóbal. Ídem

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